octobre 07, 2023

210 - if i were a plant i would probably write this im not sure i hope you're doing fine :)

Me deshice de vos como de un saco de invierno. Me sentí expuesta, los brazos abiertos al viento, la piel resquebrajada que anunciaba el advenimiento de mis escamas. Porosas, quizás putrefactas, la nueval piel que deja ver los huesos del codo y las venas que contornean mis muñecas. La nueva piel brillosa, tensa de expectar, pulcra y amanecida.

Me deshice de vos como la palabra lo indica, des-hice. Recreé tu fragmento como un cuento, una fábula, contada de boca en boca. Ya no es una advertencia, es un perdón.

Abrí el cajón del modular del living. Corren porosos los ácaros que desayunan al fin el sol de la mañana. Creé un nuevo ecosistema y en mi casa algo sienta bien.

En el período anterior, esperé sentada a oscuras con una vela. La llama que baila y baila pero yo no le cantaba nada. La veía consumirse, y llorosa, la adoraba. Esperaba, un pequeño hueco en la habitación que transformé en hierba, en un recipiente que me acogía cuando estaba sola. Si los días pasaban, no los sentía entrar. No avisaba, no tocaban timbre, no golpeaban. Pero al pasar la vela bailaba. 

Ahora tengo plantas en el balcón. Me deshice de vos porque tenía que. La bolsa de consorcio que esperó en su letargo eterno. Se sintió bien. Te dejé reposar en el alféizar de la ventana, a ver si germinabas y me dabas algo de todo eso que yo te di. Considero haberte cuidado. Pero las raíces estaban putrefactas y te tuve que cortar. Sos entonces un esqueje en la mesa de alguien más. Y se siente bien, no es más mi responsabilidad.

Me deshice de vos en el advenimiento de la primavera. Corté raíz para que crezca algo nuevo. Me gustaría pedirte perdón si, decapitado, tu brote se estancó. Pero ya no es mi responsabilidad. Yo desescamé y ya no te conozco bien.

juillet 30, 2023

209 málmhaus

so i whispered to you
blind blind myself
i told you a thousand times
i'll whisper to you

you'll take take take my bones
take my shadow
take the rest of this -unborn- sadness
you create

and you'll put it down

'cause i thought, under beneath
the last words i told you
you'll still burn me down

thanks for that

thanks - thanks,

thank god,

you're still alive to kill me

mai 07, 2023

208 ¿?

Si había un montón de boundaries que nunca quisimos abandonar. Reconozco. Me hubiera gustado hundirme con eso y olvidarme. Es un problema que no me hayas visto en ese momento. Pasada de serotonina y obsesionada por tu silueta. Claro el tiempo pasa, yo estoy bien. Siempre estuve. No voy a escribir para volver a la lágrima gorda en los azulejos de la cocina. Aprendí a respirar y aprendí, a la fuerza, a comer. Proteínas que no te imaginás, me encantaría contarte. Porque atrás estuve yo, mucho tiempo vulnerable y estrasada. Dentro de tantas letras que perdimos y hoy creo perdidas más que nunca.  
Y voy a estar bien, pensaste que era muy débil, pero siento todavía tu mano agarrada a mi cogote, la siento y pienso pienso pienso ojalá me hubieras arruinado la respiración. Porque voy a estar bien. Pero quiero que me arruines al punto de repensarme, al extremo de un mártir mirándote con mis ojos negros absortos perdidos desesperados pidiendo un último atisbo de vida. Quiero perderme de nuevo para no tener con lidiar con esto. Pienso que mi oportunidad de desaparecer desapareció y todavía me veo triste. Y voy a estar bien, voy a perder mi tiempo en escribir y en escribirme hasta que me desmembre al punto de encontrar ese algo que se perdió. No te pretendo, me pretendí a mi mucho tiempo. Fui pretenciosa. Pero voy a estar bien.

mars 14, 2023

207 mis dedos

Cuando me sentí sola, que fueron múltiples veces, cuando me sentí sola pensé. Pensé que atrás de la puerta había un oído inquieto que quería divulgar, pensar, transferir, esa palabra que tenía atragantada en la faringe, esa palabra que pesaba y que nunca iba a ser escuchada en esta casa de cristal. Cuando me sentí sola escuché al otro, pensaba un montón, pesaba y pensaba, ojalá no me escuchen. Había un abismo de distancia y yo igual imaginaba mi mano tendida sobre el horizonte gris, ese que nos desproteje. Porque veía la cordillera, qué privilegio. Mis dedos. Sentía ternura abajo de la piel. Sentía que sentía, a veces la vida se me venía encima. Cuando me sentí sola, que fueron múltiples veces, cuando me sentí sola pensé. Pensé que me querían. Imaginaba, imaginate vos. Cuando me sentí sola pensé que la sombra de mi costado me abrazaba, me embadurnaba de algo que me gustaría sentir ahora. Me gustaría decir que, nunca me sentí a mi. Pero mientras esa soledad pesaba-pensaba, yo me miraba al espejo y respondía. Lloraba por debajo del umbral de la puerta, para que mis palabras pasaran un filtro que nadie pudiera descifrar. Corrían chiquititas, tiesas una atrás de la otra. Algo las corría, me imagno. No pude ver, el ojo desprolijo medio pegado al piso flotante, medio sintiente medio no. Vi sus patitas correr y deslizarse a través de la hendija siguiente. Mis palabras fueron y serán, algún día, algo que nadie quizo escuchar, pero que escurrieron sigilosas ese oído pecaminoso. ¿Me llevás a mi también?

juin 01, 2021

206 tres octavos

 VIAMONTE 1625. Mamá prepara el café. La cocina se ve iluminada por una luz naranja, las cortinas de la abuela probablemente funcionen de filtro. Suena en el fondo la Radio Belgrano. BUENOS AIRES, REPÚBLICA ARGENTINA, EN SU FRECUENCIA DE 950 MHz. Con la prima Susana solíamos recitar burlonamente los gongs de las radios, mientras que con las piernas de tero saltábamos enérgicamente los cuadrados de la rayuela.

Carmen irrumpe en la habitación. Hace el café mucho más rico, pero nadie le dice nada a mamá para no angustiarla. En realidad, no destaca en nada, pero cumple su rol esquemáticamente.

Me siento en una de las sillas del comedor. Carmen, con sus manos agrietadas, estruja un trapo y empieza a limpiar el piso. Yo levanto las piernas, extendidas en dirección a la puerta, mientras ella pasa por debajo el trapo que jamás en mi vida voy a tocar. Mis piernas son las alas de un avión, simulo estar volando.

GARIBALDI 1551. Tengo cinco minutos para salir de casa. El tiempo se corta en octavos, la pizza también. Lucía y Marcos miran la televisión. Ana todavía no llega.

Miro nerviosa el reloj pulsera. Si dividiera mis cinco minutos en octavos, seguro llegaría a tiempo.

-Mamá, Ana no llega.

Sonrío nerviosa sin mirarla a la cara. Sí, Ana no llega. En ese momento, me pregunto si realmente elegí ser madre. Pero las madres no se cuestionan la maternidad.

(Madres, en caso de emergencia, buscar en la agenda una opción B. Alguien que esté a la mano. Pueden perder el trabajo. O simplemente perder.)

ARENALES 1020. Las escaleras son largas y espiraladas. Carmen camina detrás de mí, me pide que vaya con cuidado. Entramos al nuevo departamento de la mano. El de Viamonte era más grande. Me pregunto si a papá le hubiera gustado, pero sólo me lo pregunto a mí, porque decirlo en voz alta me valdría un cachetazo.

Mamá deja el sacón: se deshace de él, como si cambiara de piel. Y acto seguido, camina en pasitos rápidos pero tiernos, tac tac tac, con sus tacos, hasta la baranda del nuevo balcón. Carmen me suelta la mano, y mientras mamá se desmorona (cae sobre sí misma, como un edificio en demolición), ella le acaricia la espalda.

No entiendo de qué hablan. Me acerco al pasillo para ver mi nueva habitación. También es más chica que la de Viamonte.

GARIBALDI 1551. Cruzo el umbral cansada. Siento como si llevara una bolsa de papas sobre mis hombros.

Lucía duerme sobre su propio brazo en la mesa. Me saco rápido los zapatos y camino sin hacer ruido. Abro la heladera. SOPA FIDEOS DE AYER MILANESAS CONGELADAS. Me sirvo un vaso de agua.

ARENALES 1020. Carmen deja la última carta en la mesa. Pero gano yo. Siempre gano yo. Carmen sabe que hago trampa, pero con esa risa tímida, me mira, y aprueba la acción. Carmen aprueba todo lo que hago.

Mamá salió anoche y no volvió. Al principio, todo fiesta. Carmen sacó los vestidos caros de mamá y jugamos a la pasarela. PARA HACER BIEN EL AMOR HAY QUE VENIR AL SUR. Es el único vinilo que salvé de la mudanza. Carmen lo esconde abajo del colchón. Bailamos hasta que trastabillo con un cable y zas, zapato talle 39 vuela cielo arriba.

Mamá llega. Procede: saco al piso, rodillas flojas. No me mira. Le muestro el hielo en mi tobillo. Mamá se acuesta en el sillón. Todavía escucho sus ronquidos.

GARIBALDI 1551. Lucía habla por teléfono. Enrosca el dedo anular con el rulito del cable. El cabello castaño le cae como una cortina que no me deja ver sus expresiones.

Tuve que despedir a Ana. Lucía y Marcos crecieron como cerezo en flor. Una primavera. Una tarde. Un octavo de mis cinco minutos.

Suena Radio Belgrano en el fondo, molesta como una mosca. Le doy el último sorbo al mate, frío, lavado. Sin sentido.

(Madres, no esperen respuesta. No las hay. No las hubo. Solo octavos que cortan el tiempo, radios molestas y mates lavados. Cuestionen, pero no esperen respuesta).


Texto inspirado en Manual para mujeres de limpieza de Berlin. Realizado en un taller de escritura creativa.

mars 05, 2021

205 la caja

Trelew es como una caja de zapatos. Paredes de cartón humedecidas por el tiempo, las esquinas de la tapa están desfazadas entre sí, hay espacio para mucho pero poco para decir. Cuando era chica lavaba los potes del Serenito y los guardaba en el armario, juntaba stickers de algún álbum que nunca terminé, y los sellaba en una lonchera que alguna vez mi prima trajo de un viaje. Juntaba cada recuerdo insulso con la idea de enterrarlos en el patio y la esperanza de que algún pibe futurista los fuera a encontrar, amarillos por el tiempo y carcomidos por la humedad de la tierra. Eso fue siempre Trelew.

Las casas son casi todas blancas con ese estilo geométrico típico de los 60s. Hay un pueblo olvidado que duerme en la hora de la siesta, hay gente olvidada que toma mate en la vereda cuando los autos no pasan. Con mis hermanos vamos a la plaza españa aunque el recorrido de cinco cuadras pareciera eterno. Los árboles son siempre los mismos. Afuera de mi casa hay un cerezo. Hace varias primaveras no florece.

En Trelew la gente sabe un poco de historia. Al principio te atosiga la idea de autoconocimiento. Hay un dragón en la bandera pero muy pocos saben porqué. El té casi siempre se enfría rápido, por suerte mi papá compró una pava eléctrica.

Volver a Trelew es desempolvar la caja. Durante el año me siento encima para que no se abra. Le tengo miedo a los recuerdos.

Es un karma eterno. Entrecruzo la línea de identidad y pienso sobre el viento áspero. Hay sequía y hay desierto. Mi papá sube rápido la escalera para sacar la ropa de la terraza. Hay sequía pero tiene miedo que llueva.

Cuál es el punto de retorno. Hay que retornar. Hay que volver. Las sombras allá son más largas porque los días son más largos. Pesa el domingo de calor y las horas de soledad. Hay un ocio incomprensible, me aburro de pensar tanto en tanta gente. Algo golpea las paredes de la caja pero no la quiero abrir.

Trelew fue mi identidad pero ahora no sé quién soy. Cuánto tiempo tiene que pasar entre la bici con rueditas y el monopatín. Cuál es el punto de retorno. Sigo encerrada en la caja.

janvier 20, 2021

204 saving grace --- you dont even know me

 saving grace

can you heal me?

i pray for you

i even put a candle on the table for you

a pink candle


saving grace

would  you pray for me?

would you ask for me?

even if im down, even if im lonely


saving grace

would you remember me?

i was there

i heard you crying down the hall

would you cry for me?


saving grace

do you      ---- ever----         remember me?

im desperate



they left me lonely

so lonely


saving grace

im so sorry


i cant take it any longer.